ANTONIO RODRÍGUEZ-BUZÓN
Estrella de la mañana
de morena de juncal
y de Gracia
sevillana.
Pero como Tú ninguna,
porque Tú eres la
Giralda
en repique de alegría
por los caminos del
alba
y también Torre del
Oro
entre espumas
recamada,
y Guadalquivir de
encajes
con orillas de
esmeralda,
porque en su cauce
navegue
tu pena de sal
amarga.
Pero como Tú ninguna,
porque Tú eres la
bandera
del candor y la
ternura,
en el mástil de esta
tierra
rincón de amor y
ventura,
y eres su calle de
cielo,
y eres su plaza
escondida,
y eres cristal de sus
fuentes,
y eres luz de
esquinas,
y eres flor de sus
jardines,
y eres venda de su
herida,
y eres su escudo de
gloria,
y eres sangre de su
vida,
y eres árbol de su
sombra,
y eres rosa de su
espina,
y eres ala de su
vuelo,
y eres campana en su
arista
y eres perfume en su
ambiente,
y eres color de sus
días,
y eres copla en sus
sentires,
y eres su faro y su
guía.
Por eso a Ti
Macarena,
tallada en jardín de
brisas
con las gubias
celestiales
del dolor y la
sonrisa,
te hicieron la
Soberana
de las Legiones
Divinas,
te coronaron de
estrellas,
te proclamaron
Bendita,
y te bajaron los
ángeles
para dejarte en
Sevilla.
Por eso Reinas habrá,
pero como Tú
¡Ninguna!